Día 1, de Ferrol a Pontedeume (05/04/2023)
En los inicios de las peregrinaciones jacobeas, especialmente entre los siglos XII y XV, los peregrinos procedentes de las islas Británicas, de la península Escandinava y de todo el norte de Europa hacían parte del trayecto por mar hasta desembarcar en los puertos gallegos del Cantábrico o del Atlántico para proseguir desde ahí a pie hacia la tumba del apóstol. Algunos de los puntos de desembarque más populares fueron los puertos de A Coruña, Ferrol, Ribadeo, Muros y Noia. Sin embargo, a partir del siglo XVI estas peregrinaciones marítimas quedaron prácticamente abandonadas debido al surgimiento y expansión del anglicanismo en Inglaterra y del protestantismo en el norte de Europa. Con el auge del Camino de Santiago de las últimas décadas se ha recuperado la ruta desde los dos puntos de desembarco más populares en la Edad Media, Ferrol y A Coruña, siendo conocido este itinerario como el Camino Inglés por la procedencia histórica del mayor número de peregrinos.
De Coruña a Santiago hay 72 km y desde Ferrol 113, juntándose ambos ramales en Hospital de Bruma, a unos 40 km de la meta en la plaza del Obradoiro. Es un itinerario que no ha parado de crecer en los últimos años y que en 2022 fue el cuarto con mayor número de peregrinos tras el Francés y los dos Portugueses (el Central y el del la Costa), habiendo superado a rutas que hasta hace pocos años eran más concurridas como el del Norte y el Primitivo.

Con Laura, mi mujer, nos hemos propuesto recorrerlo, y para ello llegamos ayer a Coruña donde dormimos en casa de nuestra buena amiga Mónica. Hoy nos hemos trasladado a Ferrol y al punto oficial de inicio del ramal ferrolano en el muelle de Curuxeiras, parte del antiguo puerto medieval. Allí, junto al puerto deportivo, encontramos el primer mojón del Camino Inglés con el indicador kilométrico 113,450. Siguiendo la flecha amarilla nos ponemos en marcha.

Enseguida abandonamos el paseo junto al puerto para entrar primero en Ferrol Vello, el casco antiguo de la ciudad, y luego en el bonito barrio de la Magdalena, la ampliación de la urbe diseñada en el siglo XVIII que es hoy día su verdadero centro ya que ahí radican el ayuntamiento y las principales arterias comerciales. En una de las plazas que atravesamos paramos a tomar un café.

Tras pasar la plaza de Armas, donde se alza el ayuntamiento, cruzamos unos jardines y proseguimos la larga travesía urbana bordeando los enormes astilleros Navantia y un cuartel militar, antes de llegar al moderno edificio del Auditorio.

Aún en la ciudad el camino continúa por el borde de la ría. Al pasar por la playa de Caranza vemos mariscadoras que aprovechan la marea baja para rebuscar entre la arena ajenas a los astilleros que tienen detrás.

Cuando ya llevamos andados seis kilómetros termina finalmente el casco urbano para proseguir bordeando el enorme polígono industrial de Gándara. Allí, en un bar, paramos a desayunar.
El camino continúa siempre cerca del borde de la ría de Ferrol. De hecho una gran parte de la etapa de hoy consiste en recorrerla tierra adentro hasta poder cruzarla para a continuación reseguir la orilla opuesta hasta volver a estar prácticamente a la altura de la ciudad pero en el otro lado de la ría. Poco después pasamos por el Monasterio románico de San Martiño de Xuvia. Lo que vemos son solo los restos de lo que fue un gran complejo cisterciense cuya fundación se remonta a la Edad Media.

Luego cruzamos bajo la autopista AP9 y tomamos un camino que poco a poco se aleja del entorno de la gran urbe para entrar en una zona más tranquila, más rural. Hay algunos tramos de pista de tierra pero en toda la etapa predomina el asfalto.
Más tarde por un paseo fluvial rodeamos una gran planta siderúrgica y cruzamos la ría por una pasarela que nos deja frente al Albergue de peregrinos de Neda. Algunas guías parten aquí la etapa para evitar hacer seguidos los treinta kilómetros entre Ferrol y Pontedeume y convertirlos en dos jornadas de quince kilómetros. Nosotros seguimos.

Los siguientes kilómetros vamos cruzando núcleos aislados pertenecientes al concello de Neda. El núcleo principal está un par de kilómetros después y al pasar paramos en un bar a tomar un café. Es particularmente interesante la Rua Real de Neda flanqueada por casas antiguas con soportales. Por aquí, además del Camino de Santiago, pasa el de San Andrés de Teixido, otra ruta gallega de peregrinación marcada con el símbolo de un pez de color rojo.

Tres kilómetros y medio separan Neda de la siguiente población. Al otro lado de la ría de Ferrol vemos la iglesia del monasterio de San Martiño de Xuvia por la que habíamos pasado un par de horas antes. Tras un tramo de fuerte subida por un camino asfaltado descendemos hasta Fene, donde paramos a comer.
Tras reponer fuerzas viene la subida más fuerte del día. Remontamos durante varios kilómetros alejándonos definitivamente de la ría de Ferrol. Primero por una carretera local asfaltada y después por una pista a través de un bosque en el que predominan los omnipresentes eucaliptos. Después de pasar un polígono industrial llegamos al punto más alto y empezamos a descender hacia la ría de Ares.

Ya cerca de la ría atravesamos Cabanas y descansamos brevemente en un parque antes de cruzar el río Eume por el puente de piedra de quince arcos que da nombre a Pontedeume, la población en la que acabaremos esta larga primera etapa del Camino Inglés.

Balance del día: 30,4 km y 435 m de desnivel positivo acumulado.
Y aquí el enlace al track en Wikiloc.
Día 2, de Pontedeume a Betanzos (06/04/2023)
Duro inicio de etapa ya que a la salida de Pontedeume se ascienden 150 metros en poco más de un kilómetro. La fuerte subida empieza desde las mismas calles del pueblo y continúa luego por una carretera que lleva hasta una zona de pastos en los que la pendiente al fin se suaviza.

Seguimos mayoritariamente por carreteritas asfaltadas que van uniendo aldeas dispersas, hasta que en una de ellas, Buiña, empieza una pista forestal. El paisaje es más rural que ayer.

Este tramo por el bosque ha resultado ser el más bonito desde que iniciamos este camino. Después las flechas continúan por un sendero que atraviesa el campo de golf de Miño.
Tras el campo de golf cruzamos por un puente la autopista AP9, siempre presente desde que salimos de Ferrol ayer, e iniciamos un tramo de fuerte subida entre eucaliptos. Por él llegamos hasta Viadeiro, una pequeña aldea que cruzamos antes de empezar a descender por una pista asfaltada. En general todo el paisaje de la etapa es precioso.

Durante el descenso pasamos por el puente medieval de Baxoi desde donde nos quedan un par de kilómetros para llegar a Miño, la principal población intermedia de la etapa y donde paramos a desayunar.

En Miño nos rencontramos con el mar ya que el ascenso y posterior descenso nos han permitido cruzar de la ría de Ares a la de Betanzos. Cerca del pueblo pasamos por el punto en el que el Río Lambre desemboca en la ría y un par de kilómetros por carretera asfaltada río arriba nos llevan hasta un puente medieval por el que lo cruzamos.
En la orilla opuesta del río empieza una subida por asfalto hasta la aldea de Lambre-Trasmil en la que nos desviamos 200 metros de la ruta para pasar por la iglesia románica de San Pantaleón das Viñas.

Los últimos kilómetros del día transcurren por carreteritas locales que cruzan minúscula aldeas y entre ellas circulan por bosques que combinan eucaliptos y especies autóctonas. Subiendo y bajando constantemente, como es habitual en la orografía gallega de colinas onduladas.
Un par de kilómetros antes de finalizar la etapa pasamos por la iglesia medieval de San Martiño de Tiobre a cuya sombra paramos un rato a descansar. Como es tradicional en Galicia, las lápidas del cementerio rodean la iglesia.

Ya solo restan un par de kilómetros en bajada para entrar en el núcleo histórico de Betanzos tras cruzar el río Mandeo por A Ponte Vella. Y una vez allí lo primero que hacemos es buscar el minúsculo callejón Travesía do Progreso en el que se agolpan algunos de los locales más afamados en los que degustar la famosa tortilla de Betanzos.

Betanzos tiene uno de los cascos históricos mejor conservados de Galicia y destaca por la abundancia de edificios góticos. No habíamos estado nunca y nos ha encantado.

Y terminamos el día viendo la “Procesión del Santo Encuentro” que tiene lugar cada Jueves Santo por las calles del casco histórico y que pasa precisamente bajo el balcón de nuestro hotel.

Balance del día: 21,9 km y 585 m de desnivel positivo acumulado.
Y aquí el enlace al track en Wikiloc.
Día 3, de Betanzos a Hospital de Bruma (07/04/2023)
Igual que ayer al abandonar Pontedeume, la salida de Betanzos empieza con una fuerte subida y ya en el primer kilómetro y medio se ascienden unos 150 metros. Luego la pendiente se suaviza pero durante prácticamente toda la etapa se sube con más o menos intensidad, alejándonos definitivamente del mar que ha estado siempre cerca durante las dos primeras jornadas del Camino Inglés.
Circulamos mayoritariamente por pistas asfaltadas que van atravesando zonas boscosas. Hasta Presedo, en el kilómetro doce de la etapa, se pasan únicamente algunas pequeñas aldeas sin servicios.

La mañana es mucho más fría que las anteriores. Los últimos cuatro kilómetros antes de Presedo se circula por una carretera asfaltada sin arcén aunque hoy es festivo y no hay prácticamente tráfico. En este tramo pasamos aproximadamente la mitad del camino entre Ferrol y Santiago.

En Presedo paramos a desayunar en el primer bar de la etapa que es el curioso Mesón-Museo Xente do Camiño. Está decorado con pinturas que representan personajes gallegos de la Edad Media realizadas por un erudito en la materia. Y, además, tienen una tortilla de patatas fantástica…

Los siguientes kilómetros seguimos combinando pistas asfaltadas y de tierra, siempre en ascenso, a través de bosques de robles, cuando hay suerte, o, más a menudo, de eucaliptos. Si la mañana había empezado fría, ahora el calor aprieta y se hace duro, especialmente en los tramos despejados en los que no hay la sombra de los árboles.

Pasamos por el embalse de Beche en el que hay una zona con barbacoas y donde recientemente se ha inaugurado un bar y unas cabañas de madera en las que es posible alojarse.

Continuamos en ascenso hasta culminar un “alto” sin nombre que con 460 metros de altitud es es el punto más elevado del Camino Inglés. Desde aquí se ve el mar y se aprecian en la distancia las poblaciones costeras, incluida la ciudad de A Coruña. La zona es conocida como monte de Castromaior porque a poca distancia de donde estamos, aunque el camino no pasa por él, hay las ruinas de un castro, un asentamiento fortificado de la Edad del Hierro, estratégicamente situado en un punto en que se divisan a la vez la costa y las tierras del interior. Aquí paramos un rato a descansar y comernos unos plátanos.

Descendemos y poco después la pista nos lleva a una carretera asfaltada en el punto en el que nos juntamos con el ramal del Camino Inglés procedente de A Coruña. Quinientos metros después, en As Travesas, paramos a comer un bocadillo en Casa Avelina, uno de esos lugares excepcionales que existen en los Caminos de Santiago.
En su pequeño bar-estanco, Avelina, ayudada por su hermana Mari Carmen, se desvive por los peregrinos. Con una energía desbordante va de mesa en mesa entregando una caja con betadine, gasas y material de curas a unos para que se traten las ampollas de los pies, acercando un taburete a otros para que apoyen las piernas y reposen mejor, preguntando si tenemos solucionado donde dormir al final de la etapa para ver si necesitamos información, ofreciendo unas gotas de orujo para “bautizar“ el café, recordando a todos que pueden sellar la credencial… Y respondiendo a todo aquel que le agradece sus atenciones con un sentido “gracias a vosotros por venir”. Un verdadero ángel del Camino.

Ya solo quedaban poco más de dos kilómetros hasta el final de la etapa en Hospital de Bruma. Aquí existió ya en la Edad Media un importante hospital de peregrinos, de ahí el topónimo de la población, aunque hoy día es una aldea de 40 habitantes en las que hay un par de albergues, un bar y poca cosa más. Teníamos plazas guardadas en uno de ellos pero al llegar descubrimos que nos confundimos de día y la reserva era para mañana. Tanto este albergue privado como el público de la Xunta están completos hoy, así que lo solventamos reservando una habitación en un hotel de Meson do Vento, una localidad a un par de kilómetros pero por la que no pasa el camino. Además, se ofrecen a recoger a los peregrinos en Hospital de Bruma para llevarlos al hotel, así que problema solucionado.

Balance del día: 26,0 km y 694 m de desnivel positivo acumulado.
Y aquí el enlace al track en Wikiloc.
Día 4, de O Mesón do Vento (Hospital de Bruma) a Sigüeiro (08/04/2023)
Desde O Mesón do Vento, donde hemos dormido, hemos de recorrer unos dos kilómetros hasta enlazar con el camino oficial que proviene de Hospital de Bruma. Después continuamos por una carreterita que va uniendo pequeños núcleos. En general el recorrido hace bajada y es cómodo y fácil. El terreno es más despejado y llano de lo habitual en Galicia, y por eso abundan las zonas cultivadas.
En O Castro el propietario de un bar ha instalado en el campo frente a su establecimiento una serie de esculturas un poco extrañas y fuera de lugar, entre ellas un enorme dinosaurio con ruedas…

Después dejamos momentáneamente el asfalto para recorrer un sendero precioso por el bosque a través de una carballeira, un robledal.

El sendero acaba desembocando de nuevo en la carretera y unos cientos de metros después entramos en A Rúa donde paramos a tomar un café.

En esa misma aldea de A Rúa pasamos por la iglesia de San Paio o San Pelayo donde en una ventana vemos una curiosa imagen del santo degollado. Siempre por asfalto avanzamos hasta el cercano núcleo de Villariño.

Luego iniciamos el primer tramo en todo el Camimo Inglés desde que salimos de Ferrol en el que se circula por una auténtica corredoira, los caminos tradicionales de carro que unían las aldeas gallegas. Es un sendero precioso entre castaños y carballos.

Combinando pistas de tierra y asfaltadas llegamos a A Calle donde el bar O Cruceiro hace de punto de reunión de peregrinos, ya que es el último que encontraremos hasta el final de la etapa. Aprovechamos para probar una empanada gallega deliciosa.
El topónimo A Calle, igual que A Rúa por donde hemos pasado antes, hace referencia a que son núcleos nacidos al borde del Camiño Real de A Coruña a Santiago que pasaba por aquí. Por eso mismo son poblaciones estrechas y alargadas, ya que han crecido a los lados del camino.

Seguimos recorriendo kilómetros cruzando una zona bastante llana con campos de maíz, pastos y casas aisladas. Los tramos más bonitos son cuando cambiamos momentáneamente el asfalto por corredoiras o por pistas forestales.

En los siguientes kilómetros se recorren muchos más tramos de corredoiras, pasando por algunos de los senderos más bonitos que hemos hecho en todo el Camino Inglés. La etapa, además, no tiene prácticamente desnivel por lo que se avanza plácidamente por caminos preciosos sin apenas esfuerzo. Solo el calor, que va incrementándose a medida que pasan las horas, complica un poco la jornada.

Al final de la etapa hay un tramo algo más pesado en el que durante unos cuatro kilómetros se circula por un andadero paralelo a la autopista AP9, la misma que nos ha acompañado desde que salimos de Ferrol y que hemos tenido que cruzar varias veces en estos días. El camino está bien acondicionado y en algunos momentos ni siquiera se ve la autopista, pero el ruido de los coches es constante y nos recuerda que está ahí al lado.
Cuándo acaba el tramo paralelo a la autopista solo restan un par de kilómetros bordeando un gran polígono industrial para entrar en Sigüeiro donde terminamos la etapa y donde estamos a poco más de quince kilómetros de Santiago, ¡lo tenemos a tocar!

Balance del día: 25,4 km y 217 m de desnivel positivo acumulado.
Y aquí el enlace al track en Wikiloc.
Día 5, de Sigüeiro a Santiago de Compostela (09/04/2023)
A la salida de Sigüeiro cruzamos el río Tambre y avanzamos un par de kilómetros por asfalto antes de tomar una pista de tierra a través de un paisaje similar al de ayer, con campos labrados y casas aisladas. Una vez más la mañana es muy fría mientras afrontamos la última etapa de este camino.

Los primeros ocho kilómetros siguen la tónica de combinar agradables zonas rurales y tramos de bosque. Pronto pasamos el kilómetro 10, aunque no hay ningún mojón que lo indique: vemos el indicador 10,412 y el siguiente ya marca 9,907. En todo caso, ya queda muy poquito…

Tras cruzar por un túnel las vías del AVE viene uno de los pocos tramos con algo de subida de toda la etapa. Tras el ascenso tomamos una bonita pista de tierra a través de un bosque.
A mitad de la etapa llegamos a La Posada del Peregrino, el primer bar que encontramos desde Sigüeiro y que por esta circunstancia, igual que ayer, es un punto de parada de todos los peregrinos. Reconocemos caras de gente con la que venimos cruzándonos desde que salimos de Ferrol.

Tras la parada afrontamos un kilómetro de sendero por un bosque que alguien ha bautizado como “Bosque Encantado”. No es más bonito que muchos otros que hemos pasado estos días, especialmente en la etapa de ayer, pero sí que tiene el encanto de ser la última zona natural que pasaremos antes de desembocar en el enorme polígono industrial de Tambre, antesala de la zona urbana de la ciudad.

Desde el polígono ya oímos en la lejanía las campanas de la catedral de Santiago que hoy, Domingo de Pascua, tañen insistentemente. Lo atravesamos antes de entrar en las primeras casas de la ciudad, en el barrio de Meixonfrío, aunque extrañamente ningún cartel indica que estamos por fin en Santiago de Compostela. Quedan todavía unos cuatro kilómetros hasta la plaza del Obradoiro, así que empezamos cruzando barrios periféricos hasta que poco a poco nos vamos acercando al centro.

Accedemos a la parte histórica por la Rúa da Porta da Pena, cuyo nombre recuerda que aquí hubo una de las puertas de la muralla medieval, y enseguida llegamos a la Rúa da Acibechería donde nos juntamos con los peregrinos provenientes del Camino Francés. Desde aquí ya se oye al gaitero que permanentemente toca en las escaleras de acceso a la plaza del Obradoiro. Descendemos y… ¡se acabó! Hemos llegado al kilómetro cero de los Caminos de Santiago. Como siempre centenares de turistas se mezclan con la alegría de los muchísimos peregrinos que venidos de mayor o menor distancia convergen hoy aquí tras terminar el reto que se habían propuesto. El nuestro ha llegado a su fin.

Ya solo queda celebrarlo, así que lo primero que hacemos es tomarnos una cervecita en la cafetería del magnífico parador de Santiago, nacido como hospital de peregrinos en el siglo XVI y considerado el hotel más antiguo de España. Después, con nuestros amigos Mónica y Jorge que han venido desde Coruña, nos damos un homenaje en Casa Marcelo, uno de los mejores restaurantes de la ciudad, ¡nos lo hemos ganado!

Balance del día: 17,6 km y 286 m de desnivel positivo acumulado.
Total del Camino Inglés Ferrol-Santiago de Compostela: 121,3 km y 2217 m de desnivel positivo acumulado.
Y aquí el enlace al track en Wikiloc.