Durante la noche ha llovido y cuando me pongo en marcha hace más fresco que ningún otro día y, además, bastante viento. Los primeros diez kilómetros voy siguiendo una carretera local, probablemente el tramo más largo de asfalto que he hecho en este camino desde que salí de Faro. Cuando la abandono, tomo una pista que recorre una gran finca con plantaciones de pinos y alcornoques. El camino es un poco arenoso.

Mientras iba avanzando por la pista, el cielo se ha puesto repentinamente negro y ha empezado a llover bastante de improviso. Justo en ese momento estaba cruzando una vía de tren y me he podido refugiar en un cobertizo de una estación abandonada. He parado a ponerme el impermeable y a esperar a ver si pasaba. Al rato, viendo que es una lluvia suave, me pongo de nuevo en marcha.
Aunque entonces no lo sabía, la lluvia duraría todo el día, complicando mucho una etapa que se preveía relativamente fácil. En casi ningún momento llueve muy fuerte, pero siempre lo suficiente para mojarse y para que haya mucho barro.

Sigo avanzando, pasando de vez en cuando por alguna granja aislada, pero sin ver ningún núcleo de población en 33 kilómetros. Continúo cruzando fincas y bosques hasta que finalmente llego a Branca, la primera aldea de toda la etapa, donde paro a desayunar, y que además representa el paso del Alentejo a la región del Ribatejo. Esta aldea es parte del municipio de Coruche, considerado “capital mundial del corcho” ya que en él se producen 5 millones de tapones al día, el 10% de todo el corcho que se extrae en Portugal, ¡son muchos tapones!

Desde Branca hay 17 kilómetros hasta la siguiente población, Santo Estêvão, y para ir de una a otra circulo constantemente entre grandes fincas valladas. Primero cuatro kilómetros por carretera, luego ocho por una amplia pista de arena blanca y, el resto, de nuevo por carretera. En todo este recorrido no para de llover y, además, al no tener la protección de los árboles por no circular por dentro de las fincas, tengo la sensación de que me mojo más y de que el viento es más fuerte, con rachas que llegan a tambalear la bicicleta. Ya cerca de Santo Estêvão me refugio un rato de la lluvia en una marquesina que protege los buzones de una urbanización.

La lluvia sube y baja constantemente de intensidad hasta que finalmente llego al pueblo y paro a comerme un bocadillo. Estando en el bar empieza a llover aún más fuerte y mientras contemplo como cae el agua en el exterior, un paisano me mira con cara de lástima y sacude la cabeza como diciendo “¿dónde vas con este tiempo?”…
Pero yo he de continuar, así que me pongo en marcha de nuevo, primero por unos kilómetros de pista forestal, cada vez más embarrada a medida que la lluvia no cesa, que pasa junto a grandes campos donde pastan vacas.

Y luego, durante varios kilómetros, por un camino que va recorriendo la vega del río Almansor, cruzando extensos arrozales. A medida que avanzo he de ir esquivando unos cangrejos rojos que cruzan la pista y que me da la impresión que es una especie invasora, ¡hay muchísimos!

Así llego a Samora Correia, donde hago una última parada en un bar, refugiándome momentáneamente de la lluvia. La iglesia de esta aldea, Nossa Senhora da Oliveira, está vinculada a Santiago y en el exterior luce diversos símbolos jacobeos.

Mojado y rebozado en barro afronto los últimos diez kilómetros de día, esta vez por un sendero por la vega del río Sorraia. De hecho, el que había seguido antes, el Almansor, es afluente de éste que, a su vez, desemboca en el Tejo (el Tajo) a pocos kilómetros de aquí. Durante el recorrido junto al río, las horas de pedaleo bajo la lluvia se ven compensadas por un precioso arcoíris.

Ya cerca del destino se circula un rato por un sendero paralelo a un canal de riego hasta que, finalmente, llego a Benavente, donde termino una etapa dura, no por el kilometraje o por el desnivel sino por las inclemencias del tiempo. Pero cada día estoy un poco más cerca de Santiago. Mañana más.

Balance del día: 78,9 km y 318 m de desnivel positivo acumulado.
Puedes obtener el track en Wikiloc aquí y ver el recorrido realizado en esta animación: