Sobre las 11 he aterrizado en Sevilla bajo la lluvia y, cuando escribo este post a las nueve de la noche, sigue lloviendo sin descanso. No ha parado ni un momento en todo el día. Pero vayamos por partes. Desde el aeropuerto he ido a recoger la bici a la empresa de transportes, la he montado, he preparado las alforjas y me he vestido de ciclista. He tardado mas de lo que esperaba porque he tenido que solucionar un problemilla en una rueda pero finalmente me he puesto en camino callejeando por Sevilla hasta la catedral.
Siempre bajo la lluvia he hecho alguna foto alrededor de la catedral y también he visto algún turista japonés que me hacía fotos a mí…
Justo delante de la catedral se encuentra la primera placa azul en la pared señalizando el inicio de la Vía de la Plata. A partir de aquí pueden seguirse las flechas amarillas que nos marcan el Camino. Como pasa a veces en las ciudades, los que las han pintado solo han pensado en el peregrino a píe y no en los ciclistas y muchas veces hacen pasar la ruta por calles en dirección prohibida. Aquí me las veo y me las deseo para seguir las flechas ya que por la acera no se puede circular porque son calles muy estrechas y no hay sitio y por la calzada vienen los coches de cara… Después he cruzado el Guadalquivir por el puente de Triana.
Entre unas cosas y otras cuando he salido de Sevilla eran más de las dos. He pasado por Camas y por Santiponce. Después de esta población el camino sigue una pista de tierra entre cultivos completamente recta durante 10 o 12 kilómetros. Con la lluvia estaba completamente embarrada.
Un poco antes de Guillena el camino sigue por una pista de un color marrón diferente al de la pista anterior. Nada mas empezar a pedalear por esa superficie la bici se iba frenando y cuando me he dado cuenta estaba completamente atrapado por el barro. He bajado de la bici y los pies se quedaban enganchados. Intentabas arrastrar la bici y las ruedas no giraban de tanto fango que tenían adherido. No podía moverme y por un momento me he visto en la típica escena de arenas movedizas de una película… En la suela de los zapatos tenía varios centímetros de barro. Se trata de un tipo de arcilla muy pegadiza y con lluvia es una pesadilla tanto a pie como en bici. Mas tarde en el albergue he hablado con caminantes y habían tenido el mismo problema.
A las cuatro y media cruzaba Guillena. Estaba empapado por la lluvia y todavía no había comido. He pasado por delante de un albergue y he decidido que por hoy ya había bastante. Solo he hecho 30 km pero he preferido parar. Mañana será otro día. No era el recorrido previsto para hoy pero tampoco contaba con salir tan tarde de Sevilla ni con la lluvia. Además, no he venido a estresarme queriendo cumplir ningún plannning…
Balance del día: 34,5 km y 178 m de desnivel acumulado.
Estas cosas son las que hacen que el viaje se convierta en aventura!!! Muchos animos y un beso muy fuerte!!!
Muchas gracias cariño. Un beso muy grande!
Papi, me he reido mucho leyendo este post tuyo pero a la misma vez me das un poco de penaaa…
UN BESO Y BUEN CAMINO :*
No tengas pena. A mi me divierte aunque las pase…. canutas
Espero que no te desanimes y sigas el camino segun lo previsto, a ver si el tiempo mejora…Muchos ánimos y un beso muy grande!
Cuatro gotas no podrán conmigo… Un beso!
Lo «bueno» de empezar tan mal es que parece que no puede ir a peor. Así qué mucho ánimo. Suerte para mañana. Tus papis
Gracias, buenas noches!