Hoy comparto parte del camino con Isabel, una bicigrina murciana con la que he coincidido en el albergue de La Calzada de Béjar, aunque según el ritmo de cada uno vamos separándonos y juntándonos durante gran parte del día. La etapa empieza atravesando una vez mas bosques y dehesas por una pista bastante buena. De vez en cuando pasamos algún miliario romano.
Solo el cruce de un par de ríos dificulta el avance aunque no es nada comparado a la cantidad de ríos que cruce ayer. Gracias a que esta vez voy acompañado puedo mostraros esta secuencia de fotos durante uno de los vadeos:
Y así, haciendo malabarismos para cruzar ríos, seguimos avanzando.
Estamos en tierra de ibéricos, de hecho pasamos cerca de Guijuelo, por lo que el desayuno del día no puede ser otro que un buen bocadillo de jamón.
Bien desayunado, una pista a través de dehesas con ganado, páramos y bosques me conduce hacia el plato fuerte del día, la ascensión al Pico de la Dueña, el punto mas alto de toda la Vía de la Plata, con sus 1.170 m
Los últimos kilómetros hasta la cima son por una pista pedregosa difícil pero ciclable casi al cien por cien. Desde lejos se ve la fila de aerogeneradores que hay a lo largo de toda la loma. En la cima hay una gran cruz empequeñecida por los molinos de viento.
La vista desde lo alto es impresionante y se aprecia perfectamente la inmensa llanura que supone la Meseta. En algún punto a lo lejos está la ciudad de Salamanca, mi destino del día.
El resto del día es una combinación de carreteritas locales y pistas agrícolas a través de zonas cultivadas. Quince o veinte kilómetros antes de llegar a Salamanca se atraviesa una nueva dehesa con ganado bravo, la finca Aldeanueva. Al salir de la dehesa de repente se ve la ciudad al fondo distinguiéndose perfectamente la enorme mole de la Catedral a mas de 15 km.
Lo malo de ver desde tan lejos la meta es que luego los kilómetros se hacen larguísimos. Parecía que no se acababan nunca. La llegada a esta ciudad es sin duda la mas impresionante de todas las llegadas a grandes ciudades del Camino por las que yo haya pasado, incluyendo las del Camino Francés como Pamplona, Burgos, León o la propia Santiago. El hecho de tener la Catedral y otros muchos edificios históricos casi pegados al río Tormes y sin barrios modernos alrededor que los tapen hace que la llegada sea espectacular.
El acceso se realiza cruzando el Puente Romano sobre el Tormes.
Y ya en destino, una vuelta rápida por la ciudad, cena de tapeo y rápidamente de vuelta al albergue ya que, como si estuviéramos en un colegio o en la mili, el albergue tiene «toque de queda» y a las 10 cierra sus puertas y hay que estar dentro.
Balance del día: 76,2 km con 857 m de desnivel acumulado. Hoy llevo un total de 554 km y he pasado la mitad de la distancia hasta Santiago. Ya queda menos…
que bonita la entrada de salamanca, ya te queda menos, un beso
Gracia, un beso!