Etapa de transición entre las llanuras de la Meseta y las montañas que separan Castilla y León de Galicia. Durante todo el día se remonta el río Tera para terminar en Puebla de Sanabria, a los píes de la montaña.
Nada mas salir del albergue se pasa por Santa Marta de Tera, en cuya iglesia románica del siglo XI se encuentra una estatua famosa por que es la mas antigua que se conoce de Santiago Peregrino, es decir el apóstol Santiago vestido con la indumentaria medieval de peregrino, incluida la famosa vieira símbolo del camino. La imagen se utiliza en toda esta zona en los carteles indicadores de la ruta.
La ruta es relativamente fácil y se avanza rápido. Va siguiendo principalmente pistas de tierra que están casi siempre secas y sin el barro que tanto me ha hecho sufrir en los días anteriores.
A partir de Villar de Farlón el camino, aunque sigue siempre remontando el valle del Tera, se aleja del curso del río y la vegetación cambia, cruzándose numerosos bosques.
A medida que nos alejamos del llano y nos acercamos a la montaña el número de pueblos y aldeas aumenta considerablemente. Muchos de ellos están medio despoblados, consecuencia de la emigración en los 60 y 70 a Cataluña, País Vasco, Alemania, Suiza, etc. y muchas casas tradicionales están casi en ruinas. Mientras estas se caen a pedazos, se ven muchas veces casa nuevas de gusto bastante dudoso, probablemente de los que regresaron de la emigración…
Hoy me he encontrado un grupo de «turigrinos». Son un tipo especial de peregrinos: van en autocar en un grupo organizando y los dejan en algún punto para que anden unos kilómetros hasta el siguiente pueblo y allí los recojen. Abundan en los últimos 200 km del Camino Francés pero me ha sorprendido verlos aquí, donde hay mucha menos gente. Hasta aquí bien, cada uno hace el Camino como quiere, pero cuando los he adelantado con la bici, el gracioso del grupo va y me suelta: «¡así cualquiera, macho!». Para flipar… Más tarde, cuando estaba comiendo, ha aparecido el autocar y han abarrotado el bar. Iban contándose unos a otros historias del tipo » yo ya podré explicar que he hecho los dos Caminos, el francés y el sanabrés… » (os lo juro que se lo he oído explicar a una señora que había andado unos tres kilómetros…).
Mas cerca del final de la etapa, los caminos a través de bosques recordaban las corredoiras gallegas. En algunos momentos era como circular por el lecho de un río.
A veces me habéis preguntado cómo hago las fotos en las que salgo yo. Aquí veis mi sistema, con un minitrípode de patas flexibles que puede engancharse en cualquier parte, como en este árbol. Pongo la cámara con un retardo de unos segundos, cojo la bici y pedaleo… Luego regreso, desmonto todo y a seguir… También cuando puedo le pido a algún caminante que pase por allí que me haga la foto y me ahorro toda esta parafernalia.
Y así he llegado a Puebla de Sanabria, bonito pueblo con un casco antiguo amurallado. Mañana vuelve la montaña, con una etapa crucial en la que se atraviesan dos puertos importantes. Si todo sale bien mañana dormiré en Galicia, ¡ya se huele a pulpo a feira!
Balance del día: 73,1 km con 752 m de desnivel acumulado.
Ánimo Joan Ramon, ¡ que ya te queda poco !
Enric
Ánimo jr que la cosa parece que te va bien y ya te queda menos , besos
Lo importante es lo que se aprende en el transcurso de la Peregrinación. El final es solo la recompensa al esfuerzo… y es directamente proporcional a éste.