La primera parte del día hemos circulado mayoritariamente entre viñedos. Pasamos por algunas bodegas y por pueblos ligados al mundo del vino como Navarrete y Nájera. El camino no tiene grandes pendientes excepto en las subidas a pequeños altos como el de la Grájera, el de San Antón o la salida de Nájera.
Desde primera hora a empezado a hacer muchísimo calor. Ya sé que cada día escribo lo mismo pero es que cada día está siendo peor que el anterior y hoy ha sido especialmente duro de soportar.
Después de Nájera los viñedos van desapareciendo y predominan grandes campos de trigo. La temperatura debe ser la misma pero los campos dorados dan la sensación de más calor que cuando estábamos rodeados de verde. Vamos coincidiendo con otros ciclistas a los que adelantamos y nos vuelven a adelantar durante todo el día según el ritmo de cada uno y las paradas que haga. Hay tres brasileños, por ejemplo, con los que coincidimos subiendo al Alto del Perdón hace dos días y que desde entonces vamos encontrando de vez en cuando.
Hacía tanto y tanto calor que hoy he descubierto que cuando un iPhone se calienta se bloquea y aparece una alerta diciendo que no puede usarse hasta que baje la temperatura… ¿Lo sabíais?
Curiosamente, enmedio de este secarral aparece de repente una enorme urbanización con decenas de casas y apartamentos alrededor de un campo de golf. Pertenece al pueblo de Cirueña y es mucho más grande que el pueblo original, el 99% de las viviendas están cerradas y hay montones de carteles de «en venta». Es el típico ejemplo que saldría en cualquier documental sobre la burbuja inmobiliaria en España y como ha acabado. El campo de golf funciona y como estábamos al borde del golpe de calor hemos parado en su cafetería a beber algo. Parecíamos totalmente fuera de lugar en ese ambiente… De hecho un señor que estaba en el bar nos ha dicho «si os queréis asear allí está el baño que os veo acalorados y con las manos manchadas de grasa» (por lo menos ha sido tan amable que ha dicho «acalorados» en lugar de decir directamente «sudados»…) En fin, en tan selecto ambiente nos hemos hecho este selfie a su salud.
La siguiente parada ha sido en Santo Domingo de la Calzada donde hemos comido algo y nos hemos vuelto a refrescar en una fuente.
Poco después de Santo Domingo, el Camino deja La Rioja para entrar en Castilla y León, en la provincia de Burgos. Los últimos kilómetros no se acababan nunca, achicharrados de calor. En Viloria de Rioja (que no está en Rioja sino en Burgos, cosas de la historia) nos hemos parado una vez más a la sombra para coger fuerzas para los últimos kilómetros hasta Belorado donde dormiremos hoy en un albergue ¡con piscina! Nunca nos habíamos alegrado tanto de encontrar una piscina donde hacer el vago el resto del día…
Balance del día: 76,1 km con 1195 m de desnivel acumulado
Nos alegra ver que estais bien y que vais recortando kilometros. Disfrutar de vuestro esfuerzo.
qué gustazo el albergue con piscina! debe ser justo el plan que más apetece para una tarde de camino…
y ese heladito, blanca… guapa! ets una súper campiona en tot. Orgull de tieta a tope. 🙂
Vaya cracks, com dic cada dia… Disfruteu tot i la calor. Petons❤️
Gracias Pol!! 😀😀
Que chulo Juan Ramon, lo que estas haciendo con tu hija!!! Menuda fuerza!!!