Etapa sin mucha historia que nos lleva a la ciudad de León. Los primeros kilómetros del día son similares a los de ayer, mayoritariamente por pistas agrícolas entre campos de trigo. En algún momento hemos cruzado el límite entre las provincias de Palencia y León, aunque no hemos visto ningún cartel que lo indicara.
La novedad ha sido que entre tanto trigal han aparecido también algunas plantaciones de girasoles que con el sol de la primera hora del día se veían de un amarillo intenso. Al menos hemos cambiado momentáneamente de paisaje.
Tras once o doce kilómetros hemos cruzado Sahagún que se promociona como «Centro del Camino» por estar a la mitad de kilómetros entre Roncesvalles y Santiago. A la salida de esta población tenemos dos variantes a elegir. Nosotros hemos seguido la que se aleja de la carretera y pasa por Calzadilla de los Hermanillos, la llamada Calzada Romana.
La primera parte son 10 km hasta Calzadilla de los Hermanillos por una pista de tierra rojiza entre campos y zonas sin labrar. También atraviesa un encinar que destaca enormemente en este paisaje casi sin árboles.
Después de Calzadilla, donde hemos desayunado, hay 25 km hasta el siguiente pueblo, creo que la mayor distancia sin pueblos en todo el Camino Francés. Esta ruta sigue la antigua Calzada Romana entre Burdeos y Astorga y en gran parte es una pista pedregosa, aunque no sé seguro si son las piedras originales usadas por los romanos para la construcción.
Es una zona solitaria en la que una gran parte de los campos ni siquiera están cultivados por lo que no hay ni el movimiento de maquinaria agrícola que se ve en otros lugares. A los caminantes que adelantamos les quedan unas cuantas horas de marcha solitaria bajo el sol.
En un par de sitios hay tramos protegidos por vallas de auténtica calzada romana completa. Está formada por una capa de piedras gruesas, otra de piedras más pequeñas y al final una de tierra.
Al final de este trayecto espectacular se llega a Mansilla de las Mulas. Desde aquí quedan 18 km sin historia hasta León. De hecho, a medida que nos acercamos va siendo cada vez más feo entre autovías o vías del tren y pasando con zonas sin ningún encanto hasta alcanzar la ciudad. El calor va subiendo porque además ha parado el viento y mientras comíamos, ya en León, hemos visto en las noticias locales que se espera lo mismo para mañana, con máximas de 34-37 grados en la zona a la que nos dirigimos. Ideal para pedalear…
Pasamos la tarde en el Albergue Check In León, uno nuevo y moderno inaugurado hace solo un par de meses. Por primera vez incluso dormimos algo de siesta. Más tarde damos una vueltecita por la ciudad, en la que a las 20.30 h un termómetro en una calle en sombra marca 32 grados… Mientras paseábamos hemos visto llegar dos bicicletas y eran los jóvenes brasileños con los que habíamos coincidido por última vez hace tres noches en el albergue de Belorado. Eran 3 pero uno está lesionado de la rodilla y viene a León en tren. Son divertidos estos encuentros fugaces con gente que está haciendo lo mismo que nosotros. Quien sabe si volveremos a cruzarnos de nuevo.
Balance del día: 69,6 km con 403 m de desnivel acumulado