Los primeros kilómetros del día son plácidos, casi siempre por senderos y pistas próximas al río, mojadas pero con un firme relativamente duro y sin barro. Se atraviesan pequeños pueblos con bonitas muestras de arte románico, como la iglesia de Arenillas de Ebro o la Colegiata de San Martín de Elines
Pasado Villaescusa de Ebro se pasa por la cascada del Tobazo. No es la única en este tramo, mas adelante pasaría por varias cascadas mas pequeñas. Estamos en el denominado espacio protegido de las Hoces del Alto Ebro.
En esta misma zona se atraviesan bosques espectaculares, de esos casi mágicos en los que esperas ver aparecer un gnomo en cualquier momento…
El GR empieza a adentrarse en los cañones del Ebro, una zona espectacular que atravesaré hoy. En algún momento se pasa el límite entre Cantabria y la provincia de Burgos, en Castilla y León, pero no hay ninguna señal que lo indique. Siempre por pistas y senderos se llega a Orbaneja del Castillo, cuyo nombre no proviene de tener un castillo tradicional sino de los farallones de roca que lo rodean cuya forma recuerda a las almenas de una fortaleza.
Algunas casas de Orbaneja están construidas en el acantilado rocoso y en medio del pueblo cae de la pared una cascada. Un pueblo que merece una visita en otro viaje con mas tiempo…
Cuando llevaba unos 25 km llego a un pueblo llamado Quintanilla-Escalada donde he conseguido encontrar, hoy si, un bar abierto en el que zamparme un bocata. A partir de aquí el GR recorre la parte mas espectacular del cañón del Ebro.
El camino recorre primero un margen del río, pasando por la ermita de Nuestra Señora de Ebro y llegando hasta una pequeña central hidroeléctrica. Allí se cruza el río por una pasarela en la que apenas cabe la bici y se retrocede por un sendero de la otra orilla, recorriendo de esta forma el cañón en ambos sentidos.
El recorrido del cañón termina finalmente en Valdelateja, un pequeño núcleo de casas de piedra.
Y a partir de Valdelateja se inicia… el ascenso por una de las paredes rocosas. Una senda cortada a pico sube haciendo «zetas» por la ladera del cañón en un recorrido que permite vistas espectaculares del fondo del valle. Pero, claro, con la bici significa arrastrarla penosamente montaña arriba.
En un momento en el que estaba parado recuperándome del esfuerzo han pasado dos montañeros que descendían por el sendero que yo estaba subiendo. Al alejarse, pensando que ya no podía oírles, uno le ha dicho al otro: «hay que tener huevos para subir por aquí con la bici». Bien, no sé si es eso, pero un poco zumbado si que hay que estar…
Una hora después llego agotado a lo alto del desfiladero, donde un sendero por el bosque, por fin en bajada, me lleva hasta Cortiguera. Luego, en la pista que comunica este pueblo con Pesquera de Ebro, un cartel que casi paso de largo indica «Mirador del Ebro». He estado a punto de no parar porque había que desviarse 50 metros para llegar al mirador y las fuerzas no estaban para añadir metros pero finalmente he ido y éste es el espectacular panorama que se veía:
Y en el momento más inoportuno se ha partido la cadena de la bici. Justo entonces empezaba a llover y arreglarla no ha sido fácil, no soy muy experto en mecánica de bicicletas. Afortunadamente la he podido reparar y la lluvia se ha quedado en cuatro gotas así que me he puesto de nuevo en marcha. El resto del día sigue con la misma tónica, con el GR avanzando casi siempre muy cerca del río por pistas y senderos mas o menos estrechos. Después de Tudanca se pasa por otro pequeño desfiladero, el de los Tornos, que de nuevo se abandona ascendiendo por una de las paredes que lo encajan. Otra vez he tenido que arrastrar la bici cuesta arriba, aunque ha sido mucho mas corto que en el Cañón del Ebro.
En los últimos cinco kilómetros del día el río pasa por la garganta de los Hocinos. El sendero es bastante complicado y en algunos tramos se han colocado pasarelas metálicas en la roca para salvar los lugares en los que el río está encajonado entre paredes. El problema es subir y bajar la bici por las escaleras que llevan a las pasarelas…
Acabo finalmente en Puente Arenas, aunque en realidad voy a dormir a Quintana de Valdivielso, a un par de kilómetros y fuera del recorrido del GR, en un alojamiento rural llamado Arte y Natura Valdivielso, absolutamente recomendable.
Balance del día: 76,8 km con 1418 m de desnivel positivo acumulado
Por lo que describes del recorrido, los dos montañeros deben de tener razón!
Menos mal que hoy pudiste comer y no hablaste de cortafuegos y barro , pero las subidas, las escaleras…deben de dar bastante trabajiño!
Ánimo y que sigas disfrutando eu río
Muchas gracias, es muy duro pero el esfuerzo vale la pena.