Salgo de Orio entre la niebla cruzando la ría por un puente para seguir caminando por el lado opuesto en dirección a mar abierto durante unos 2 km. A partir de ahí el camino nos desvía por la izquierda y empieza a subir entre prados y caseríos. Desde aquí por una carretera rodeados de viñedos de txakoli se sube hasta Talaiberri para posteriormente descender a Zarautz.

En Zarautz se pasa por el centro de la población donde doy una vuelta rápida y paro a tomar un café. Además, busco una farmacia de guardia en la que comprar una pomada para golpes porque ayer al final del día resbalé en un sendero y caí de bruces, sin más consecuencias que unas rascadas en las dos rodillas, pero hoy en el tramo desde Orio he notado bastante dolor en una de ellas, supongo que del golpe. Así que he decidido tomarme con calma el resto del día y parar a menudo para ir observando cómo evoluciona.

Al salir de Zarautz, como viene siendo habitual, toca remontar por el otro lado lo que hemos bajado antes de llegar a la población. En este caso por la calzada de Santa Bárbara, una antigua calzada empedrada con fuerte pendiente que en cuanto abandona la ciudad atraviesa grandes extensiones de viñedos de txakoli hasta Eitzaga.
A partir de aquí el tramo entre Zarautz y Getaria es una sucesión de carreteritas asfaltadas a través de viñas y bodegas hasta que, en cuánto tocamos las primeras casas de Getaria el camino de nuevo nos aleja entre campos en dirección a Zumaia, sin llegar a entrar en la población.

Para salir de Getaria de nuevo se circula por un tramo de sendero antiguo empedrado antes de abordar por carretera un fuerte ascenso hasta el pequeño núcleo de Askizu, dominado por la enorme mole de la iglesia de San Martín. Desde aquí en un par de kilómetros se llega a Zumaia.

Llego a Zumaia envuelto en la niebla que afortunadamente sirve para apaciguar un poco el calor que hace. A pesar de la niebla no deja de ser un domingo de junio y las playas están llenas de gente. Al llegar al centro de Zumaia busco un bar donde picar algo, aunque no ha sido fácil. Es domingo y son las dos de la tarde en una población muy turística, así que todos los locales están abarrotados. Finalmente he encontrado un sitio y, tras comer unos pinchos, prosigo mi ruta.

Siempre subiendo y bajando y circulando mayoritariamente por zonas rurales con predominio de pastos para el ganado se recorren los diez kilómetros que separan Zumaia de Deba, pasando por un par de pequeños pueblos intermedios, Elorriaga e Itziar. A estas horas hace muchísimo calor y en uno de ellos paro a beber algo en un bar.

En Itziar coincido con Calixte, el francés con el que estuve ayer en San Sebastián, y juntos bajamos hasta Deba y tomamos un helado antes de proseguir los cuatro kilómetros de dura subida que nos quedan hasta el santuario del Calvario de Maia, cerca del cual está el albergue Izarbide al que vamos, en una antigua vaquería en medio del campo. La zona es conocida como Ibiri Auzoa y pertenece al municipio de Mutriku, aunque está completamente separada de esta localidad costera.
En el albergue me reencuentro con algunos de los peregrinos que estuvieron en el albergue de Orio la noche anterior, y juntos vemos un bonito atardecer entre las montañas de este precioso rincón de Euskadi.
Y del dolor de la rodilla… ni me he acordado en todo el día.

Balance del día: 38,9 km con 1.200 metros de desnivel positivo acumulado.
Para estar lesionado no está mal. Espero que no sea nada. Un abrazo
Gracias, no es nada, de momento todo va bien. Saludos!
Qué bonito y vaya crack! No te caigas más…
Espero que no, muchas gracias!!