Desde el tren que me lleva a Oviedo empiezo el relato del nuevo Camino que me he propuesto recorrer. Mañana empiezo desde la capital asturiana el Camino Primitivo a Santiago, aunque esta vez, a diferencia de todas las anteriores que podéis leer en este blog, voy a ir a pie en lugar de en bicicleta.
El Camino Primitivo se llama así porque fue el primer itinerario empleado para visitar la tumba del apóstol Santiago. En el siglo IX, pocos años después de que se descubriera la supuesta tumba del apóstol, el rey Alfonso II de Asturias, conocido como el Casto, decidió acudir a visitarla, siendo la primera peregrinación jacobea de la que se tienen referencias históricas. El itinerario actual coincide bastante fielmente con el utilizado en aquellas primeras peregrinaciones medievales.
Comparado con el camino más popular, el Francés, y con los que le siguen en popularidad como el Portugúes, el del Norte o la Vía de la Plata, el Primitivo se diferencia por el tipo de terreno. Es de todos estos el más montañoso y, según dicen, el más duro. Al mismo tiempo permite disfrutar de los paisajes del interior de Asturias siendo una de las rutas a Santiago más bonitas.
En este plano, cortesía de Gronze.com se puede ver el Camino Primitivo y su ubicación respecto al resto de Caminos a Santiago que cruzan la Península Ibérica. Es el de color amarillo que partiendo de Oviedo recorre el oriente asturiano, pasa por Lugo y se junta con el Francés (de color verde oscuro) en Melide, a unos 50 km al este de Santiago. El recorrido total desde Oviedo son aproximadamente 320 km.
Hasta hace poco tiempo ni siquiera me había planteado el hacer un Camino a pie. Me gusta hacer rutas en bicicleta de montaña y el nombre de este blog claramente indica que está dedicado a eso. Pero hace más o menos un mes y medio decidí emprender este viaje. ¿Por qué?… ni idea. Probablemente para variar, para hacer algo nuevo, para enfrentarme a un reto diferente… En mis caminos en bici he ido encontrando gente que me animaba a probar la experiencia de hacer una ruta andando. Recuerdo en particular una cena en el albergue de la Calzada de Béjar (Salamanca) en la Vía de la Plata en la que cinco o seis peregrinos con experiencia en varios caminos diferentes recomendaban el Primitivo para quien le guste la montaña. Y recuerdo otra tarde el año pasado en un bar de Rabanal del Camino (León) en el que el hospitalero del albergue del Pilar nos invitó a Blanca y a mí a tomar algo mientras nos explicaba cómo él veía muy diferente la experiencia de hacer el Camino en bici o hacerlo a pie porque en bici hay mucho menos contacto con otros peregrinos y eso nos hace perder una parte esencial de las vivencias. Estos retales de información van quedando grabados en algún lugar de la mente y de repente un día te das cuenta de que es el momento de probarlo. Así que aquí estoy, preparado -o no, eso ya se verá los próximos días- para echar a andar mañana.
A las once de la noche he llegado a Oviedo para descubrir que son las fiestas de aquí… ¡Fantástico!, sábado noche en plena fiesta mayor y yo en un hotel en el centro del meollo. En las calles de alrededor hay miles de jóvenes de juerga…. Creo que será una noche muy larga y yo mañana he de madrugar, ¡Buen Camino!
Buen Camino! Te seguimos!!!
Buen Camino Juan Ramón, no dejas de sorprenderme
Gracias Jose Antonio, siempre hay que probar nuevas experiencias!
Qué envidia (de la sana!) Me encantaría hacer el Buen Camino un día.
Saludos. Marie.
Me ayudas? saludos, buen camino