Caminos del Salvador y Primitivo: día 7, de Lugo a Melide (4/09/2019)

Jornada absolutamente plácida después de las palizas de los días anteriores. Las montañas que caracterizan el Primitivo se acabaron ayer al llegar al llano en el que se levanta la capital lucense y hoy el panorama general ha seguido siendo el mismo, con pocas elevaciones importantes.

Antes de salir queríamos solucionar un problema mecánico en mi bicicleta, y por eso nos hemos levantado más tarde de lo habitual para esperar que a las 10 abriera una tienda de bicicletas que encontramos cerca de nuestro alojamiento. Sin embargo, nos han dicho que el taller estaba a tope y hasta la tarde no se la podrían mirar, así que hemos desistido de repararla o de buscar otro taller y nos hemos puesto en marcha.

El Camino recorre el centro histórico de Lugo por el interior de las murallas romanas, rodea la catedral y abandona la zona amurallada por la Puerta de Santiago. Rápidamente cruzamos una parte más moderna de la ciudad y la dejamos definitivamente atrás cruzando el puente romano sobre el río Miño.

Entre Lugo y San Romao da Retorta tenemos los 20 km más anodinos de todo el Camino Primitivo. Son mayoritariamente por asfalto, a través de un paisaje rural que, aunque no es feo, tampoco tiene nada destacable y sólo se pasan tres o cuatro aldeas sin servicios. La iglesia de San Vicente do Burgo, frente a la cual hay además el único bar en muchos kilómetros, rompe la monotonía de este tramo.

En las pocas ocasiones en las que el Camino abandona el asfalto y circulamos unos cientos de metros por alguna corredoira, esos caminos tradicionales que unían las aldeas gallegas, el ambiente mejora notablemente. Aún así, hay que reconocer que hoy esos kilómetros por asfalto sin dificultad y con pendientes moderadas nos han ido fantásticamente bien para nuestras piernas agotadas por la paliza de ayer.

A partir de San Romao da Retorta el recorrido se hace más ameno. Por pistas forestales llegamos a Ponte Ferreira, donde nos preparan una tortilla de patatas deliciosa.

Poco después empieza el único ascenso destacable del día, para atravesar la Serra do Careón, la zona más montañosa de la jornada. En este Camino hay dos tradiciones inmutables: desayunar tortilla de patatas y que toque subir donde haya aerogeneradores. Y, en efecto, una vez más los molinos nos marcan el punto por donde debemos pasar. Afortunadamente el ascenso no es muy largo y enseguida culminamos el alto. En algún punto de la travesía por esta sierra pasamos el límite entre las provincias de Lugo y Coruña, aunque no hay ninguna indicación que lo marque.

Unos kilómetros de descenso y entramos en Melide, donde el Camino Primitivo se une con el Francés, y donde nos juntaremos, por lo tanto, con cientos de peregrinos. Desde aquí ya sólo quedan 50 km a Santiago, ¡lo tenemos a tocar!

Curiosamente, en el albergue de Melide en el que nos alojamos nos reencontramos con Ángel, un sevillano que también va en bicicleta y con el que coincidimos en la primera etapa del Primitivo entre Oviedo y Bodenaya, lo encontramos de nuevo en el albergue de Castro hace dos noches y ahora ha aparecido aquí ¡Mañana esperamos volver a verlo en la Plaza del Obradoiro!

Y si esto es Melide, toca pulpo. Aquí se encuentra una institución del Camino de Santiago que es la pulpería Ezequiel. Abierta en 1960, es una de las pulperías más famosas de Galicia, no solo entre peregrinos y turistas sino entre los propios gallegos. De hecho, la propia gente de Melide tiene la costumbre de encargarlo y llevarlo para comer en casa, especialmente los domingos. Siguiendo la fama de Ezequiel se fueron abriendo otras pulperías en Melide y, de entre las «nuevas», aunque lleva más de 10 años abierta, la más famosa es A Garnacha. Hay debates sobre si es mejor el pulpo de Ezequiel o el de A Garnacha, pero lo mejor es no entrar en comparaciones absurdas y hacer como en mi anterior Camino Primitivo a pie y como hemos hecho hoy Pol y yo: comer en A Garnacha…

…y cenar en Ezequiel, ¡así sí!

Balance del día: 49,1 km y 983 m de desnivel acumulado.

4 comentarios sobre “Caminos del Salvador y Primitivo: día 7, de Lugo a Melide (4/09/2019)

  1. Disfrutar de la última etapa. Etapa llena de emociones, Monte del Gozo y como no Plaza del Obradoiro. Un fuerte abrazo y buen Camino.

  2. Después de jornadas tan intensas, por fin un día tranquilo!
    Seguro que ibas pensando en el pulpo y eso te hacía avanzar!!! Os deseo un feliz final de viaje y una espléndida llegada a Santiago!!!

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