Larguísima, durísima y preciosa etapa por la comarca burgalesa de Las Merindades. Salimos de Balmaseda, aún en el País Vasco, pero a los pocos kilómetros entramos ya en Castilla y León, en la provincia de Burgos. Y no solo cambiamos de provincia, sino que también varía la dureza del recorrido, muy diferente a la etapa placida de ayer por carriles-bici y carreteras asfaltadas. Hoy enseguida empiezan los caminos y senderos, algunos muy poco ciclables.

El camino va ascendiendo constantemente desde que salimos de Balmaseda, acercándonos al precioso Valle de Mena.

En algunos momentos la subida es bastante fuerte, pero al final está la recompensa, las magníficas vistas sobre el valle, al que descendemos rápidamente.

En Villasana de Mena paramos a desayunar. Después, el camino sigue recorriendo el valle, combinando senderos, pistas y algún tramo asfaltado. El tipo de camino es muy variado y en general el avance es muy lento.

El paisaje es precioso, pero algunos caminos están tan invadidos por la maleza que cuesta mucho pasar por ellos. Acabamos llenos de arañazos de las plantas de espinos y de picaduras de ortiga.

Durante el recorrido por el Valle de Mena pasamos por la ermita de Taranco, junto a la cual un monumento recuerda que en este lugar, en el año 800, en un documento notarial se empleó por primera vez la palabra “Castilla” para denominar a la zona. Una curiosidad de la historia.

También pasamos por las cascadas de Irús, un lugar precioso aunque en este momento no caiga agua. Al menos sirve para refrescarnos y descansar un rato.

Una de las subidas más duras del día es la del Alto del Cabrio, aunque en parte es por carretera asfaltada. Después unos kilómetros por caminos de montaña nos llevan hasta Espinosa de los Monteros, donde nos comemos unos pinchos de tortilla.

Son las cuatro de la tarde y nos quedan muchos kilómetros por delante, empezamos a ver qué llegaremos muy tarde al destino.

Después de la parada en Espinosa de los Monteros, el tramo mas bonito que afrontamos es la travesía del Monumento Natural Ojo Guareña, un espacio protegido con unos bosques preciosos, que atravesamos por un sendero.

Los continuos cruces de riachuelos complican el avance y constantemente hay que arrastrar la bici, pero lo bonito del lugar compensa el esfuerzo realizado.

El recorrido por el espacio de Ojo Guareña termina en el pueblo de Quisicedo, desde donde aún nos quedan 20 km hasta donde tenemos pensado dormir. Ante el riesgo de que se nos haga de noche y la amenaza de lluvia decidimos saltar algunos tramos por carretera, no siguiendo el camino oficial. Aún así, aún tenemos ocasión de contemplar las fabulosas vistas del Valle de Mena. Llegamos finalmente a las 20.30 a Soncillo, nuestro destino, y justo al entrar al pueblo empieza a llover ligeramente. Estamos exhaustos pero felices, nos ha encantado esta travesía de la comarca de las Merindades.

Balance del día: 75,6 km y 1494 m de desnivel positivo acumulado
Y aquí el recorrido realizado:
Dios miiño, hasta yo estoy cansada!!! Que etapa! Pero qué sitios tan bonitos. Gracias de compartir vuestro viaje!!
Gracias! Hasta ahora ha sido todo espectacular