Camí de Sant Jaume a pie: etapa 4, de Girona a Amer (24/04/2021)

Una vez llegados a Girona, para continuar hacia Montserrat se nos presentan varias alternativas cuyos recorridos son muy diferentes. En primer lugar la opción más directa que pasa por Sant Celoni, Granollers y Sabadell y es conocida como la Vía Augusta por seguir el trazado de esta antigua calzada romana. Es la opción aparentemente más lógica y la más corta, unos 150 km de Girona a Montserrat, y ha sido señalizada y mantenida desde hace unos quince años por la asociación Gerunda (la muy activa asociación de amigos del Camí de Sant Jaume de Girona). La segunda opción es la Vía Marina de la Vía Augusta, una variante que se desvía de la primera en Riudellots de la Selva para dirigirse hacia la costa y llegar a Barcelona resiguiendo el litoral. Ya en época romana la Vía Augusta disponía de este ramal costero y por tanto tiene una base histórica. Su recuperación era un viejo anhelo de la asociación Gerunda y se ha culminado recientemente por lo que todavía es poco conocida. Esta Vía Marina termina en la ciudad de Barcelona así que para proseguir hacia Montserrat habría que continuar por cualquiera de los dos itinerarios señalizados entre la capital catalana y la abadía benedictina, el que va siguiendo el curso del Llobregat y pasa por Martorell o el que sale de Barcelona por Collserola pasando por el monasterio de Sant Cugat.

Sin embargo, cuando la Generalitat decidió señalizar y promocionar una ruta principal que atravesara Cataluña no eligió ninguna de estos itinerarios basados en el trazado de la Vía Augusta romana, ni el del interior ni el de la costa, sino que aprovechó la existencia de itinerarios senderistas más o menos consolidados como vías verdes o senderos de gran recorrido (GR) para crear su propuesta, que como se ve en el mapa da un pequeño rodeo y acaba totalizando unos 180 km entre Girona y Montserrat. Por último, existe una variante señalizada de este itinerario «oficial» que acorta entre el Pasteral y Vic siguiendo el curso del rio Ter por la zona de los pantanos de Sau y Susqueda. Tomando esta alternativa el total entre Girona y Montserrat se acorta en unos 15 km, quedando un recorrido total de 165 km.

Yo esta vez sigo el camino «oficial», dejando el resto de rutas para futuras ocasiones.

Empiezo la etapa en la catedral de Girona, donde terminé la anterior. Desde allí la señalización del ayuntamiento nos envía por la calle de la Força para atravesar el Call, el antiguo barrio judío medieval. La calle cambia de nombre a Bonaventura Carreras primero y a Ciutadans después, siendo siempre la continuación bastante evidente una de la otra. Pasamos delante del albergue de Girona y llegamos a la Plaza del Ví, donde está el ayuntamiento.

Al final de la plaza las indicaciones nos marcan girar a la derecha para cruzar el rio Onyar por el Pont de Pedra desde donde contemplamos por última vez la estampa del barrio antiguo de Girona presidido por la catedral.

Cruzado el rio giramos de nuevo a la derecha por la calle Santa Clara, una arteria comercial dormida a estas horas de la mañana en la que aún no han abierto las tiendas, y desandamos por este lado del rio el trayecto que habíamos hecho por el barrio antiguo, hasta llegar a la plaza de la Independencia. En esta plaza giramos a la izquierda y enseguida llegamos al Parc de la Devesa, un gran parque urbano a orillas del rio Ter. Aquí ya no hay indicaciones del Camí de Sant Jaume, pero basta con seguir el paseo que bordea el parque hasta el final, donde están la Fira de Girona y una rotonda al otro lado de la cual encontramos las indicaciones del inicio de la vía verde conocida como el Carrilet.

Esta vía verde tiene su origen en el antiguo ferrocarril de vía estrecha que comunicaba Olot con Girona, donde enlazaba con la línea principal de Barcelona a Francia. Este tren se inauguró en 1911 y estuvo en funcionamiento hasta el cierre de la línea en 1969. Tras años de abandono, en los 90 se rehabilitó como vía verde, y durante todo el resto de la etapa de hoy el Camino de Santiago sigue su mismo recorrido. De hecho, junto al cartel que indica el inicio del Carrilet rencontramos los postes de señalización del Camí de Sant Jaume.

Entre huertos avanzamos hasta pasar el límite entre Girona y Salt, aunque no llegamos a entrar en el casco urbano de este municipio, que queda siempre a nuestra izquierda. Atravesamos la dehesa de Salt y seguimos por la vía verde. La ruta va siguiendo el curso del río Ter aunque desde la salida de Girona no hemos visto el agua en ningún momento ya que avanzamos por zonas agrícolas a unas decenas de metros de la orilla.

Justo antes de llegar a Bescanó el sendero se acerca a la orilla del río en un punto conocido como la Pilastra, una zona dedicada al piragüismo de aguas bravas, donde precisamente hoy se está celebrando la Copa de España de Kayak Freestyle.

Pasada la Pilastra, una ligera subida y llego a Bescanó, donde se pasa por el edificio de la antigua estación del ferrocarril, utilizado actualmente como punto de información turística del municipio, aunque temporalmente está cerrado. En Bescanó, y en el resto de núcleos que atravesaré hoy, la vía verde pasa siempre por las afueras y el Camí de Sant Jaume, dado que está señalizado siguiendo estrictamente la vía verde, no entra nunca en el pueblo. Esto tiene dos consecuencias: la primera es que nos perdemos conocer el casco antiguo y las partes más pintorescas de cada municipio, y la segunda, de índole más práctico, es que tampoco encontraremos bares o cualquier otro comercio. En caso de necesidad hay que desviarse y buscar el centro de cada localidad.

Durante los siguientes 7 kilómetros, entre Bescanó i Bonmatí, el Carrilet avanza pegado a la carretera y rodeado de campos mayoritariamente de maíz, aunque los de colza, con sus características flores amarillas, son los que ponen una nota de color en el paisaje.

Por el camino se pasa por la central hidroeléctrica de Vilanna, de principios del siglo XX y construida en estilo novecentista, una muestra interesante de arqueología industrial. Poco después, en un tramo en el que la vía verde va paralela a la carretera, veo una panadería con cafetería al otro lado y aprovecho para hacer una parada. Quinientos metros después, al cruzar el pequeño núcleo de Vilanna, se pasa junto a un bar-restaurante, uno de los pocos que veremos a pie de camino en toda la etapa.

La siguiente población es Anglès, que una vez más solo bordearemos por el exterior. Hay indicaciones para acceder al centro, si fuera necesario, donde encontraremos tanto lugares para comer como alojamientos. A la salida de la población pasamos por la antigua estación del carrilet, de estilo modernista, reconvertida en sede de la policía municipal.

A la salida de Anglès una larga recta de unos dos kilómetros entre campos nos lleva a la Cellera del Ter y un par de kilómetros más nos acercan al Pasteral. A medida que avanzamos algo cambia ligeramente en el paisaje y se hace un poco más montañoso. Estamos en la transición entre la llanura fluvial por la que hemos circulado todo el día y el macizo de las Guilleries, una zona montañosa que forma parte de la cordillera Transversal, un obstáculo a superar en las próximas etapas.

En el Pasteral cruzamos el Ter a pocos metros de la presa del embalse del mismo nombre y justo al otro lado encontramos las indicaciones hacia los embalses de Sau y Susqueda, la variante conocida como Ruta de los Pantanos que vuelve a unirse a la que estamos siguiendo en Vic, a dos o tres días de marcha de aquí. En el Pasteral hay alojamiento, así que sería el final de etapa adecuado si se pretendiera seguir al día siguiente por la ruta de los Pantanos. En ese caso acabaríamos aquí y la etapa Girona-El Pasteral hubiera sido de 25,4 km y 130 m de desnivel positivo acumulado.

En mi caso sigo el itinerario “oficial” que continúa por la Vía Verde, que en los 3,5 km que quedan hasta Amer se adentra en una zona montañosa y boscosa, completamente diferente al resto de la etapa. Por primera vez en todo el día afrontamos una pequeña subida por una zona forestal, rompiendo la monotonía de llanuras agrícolas y vegetación de ribera que ha sido la constante desde la salida de Girona.

Llegando a Amer, como en todos los municipios que hemos atravesado hoy, el recorrido del Carrilet circunvala por fuera la localidad. Así que, si como es mi caso, queremos acceder al centro, hemos de abandonar la vía verde. Para ello, aprovechamos el punto en el que el itinerario confluye con la carretera C-63, enfrente del cementerio de Amer, para seguir por el arcén de esta carretera unos cientos de metros hasta que al iniciarse el casco urbano nos desviamos a la izquierda por la calle Girona para dirigirnos a la parte antigua de la localidad. Un cartel nos recuerda que esta calle era el antiguo Camí Ral, es decir la vía de acceso tradicional a la población. Al final de la calle giramos a la derecha y enseguida llegamos a la Plaça de la Vila, la plaza mayor porticada que es considerada la segunda más grande de Cataluña, y donde doy por finalizada la etapa.

Balance del día: 29,0 km con 190 m de desnivel positivo acumulado.

Tiempo en movimiento 4 h 49’ y tiempo total 7 h 11’

Puedes ver el track en Wikiloc aquí.

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