Nada más salir de Negreira tomo una alternativa que se separa del itinerario principal durante tres kilómetros y que discurre por un bonito camino paralelo al río Barcala.

Después esta ruta alternativa se empieza a alejar del río ascendiendo por un sendero a través de un bosque precioso. Tiene algún tramo en el que hay que arrastrar la bici pero el sitio es mágico. Finalmente, tras cruzar un campo sembrado, se llega a la aldea de Zas donde confluye con el camino oficial.

Los siguientes diez kilómetros discurren mayoritariamente por senderos a través de robledales “contaminados” con los inevitables eucaliptos. Subiendo y bajando constantemente llego a Vilaserío, donde paro a tomar un café.

Luego el paisaje empieza a cambiar y durante muchos kilómetros se recorre una zona más llana y más abierta, con grandes extensiones cultivadas, combinando tramos de pista con otros de asfalto.

A partir de un momento se abandona esta área más llana para empezar uno de los ascensos más duros del día por una pista que lleva hasta el Monte Aro. En el punto más alto hay un mirador desde el que parece verse el mar pero resulta ser el embalse de Fervenza en el río Xallas, aún habrá que esperar unos kilómetros más para contemplar por fin el océano.

Paso Olveiroa, donde paro a desayunar, y continúo ascendiendo hasta Hospital. Pasada esta aldea está la bifurcación de los Caminos a Fisterra o a Muxía. Yo voy esta vez hacia la primera, para la cual el mojón indica que faltan aún 30 kilómetros. También es posible al llegar a cualquiera de estos dos destinos enlazar con el otro por un camino que va resiguiendo la costa y que hice en 2014, cuando al acabar la Vía de la Plata desde Sevilla a Santiago fuí primero a Muxía y después a Fisterra.
A partir de la bifurcación y a medida que avanzo hacia el mar la vegetación va variando y cada vez predominan más los pinares que voy atravesando por cómodas pistas forestales.

Y mientras desciendo veo por fin, en la distancia, ¡el mar! Veinte días después de dejarlo atrás en la Costa Brava catalana por fin vuelvo a tenerlo enfrente de mí. Sigo bajando y entro en Cee, población que atravieso por su paseo marítimo para entrar a continuación en Corcubión, a orillas de la ría del mismo nombre. Aquí, a solo 15 kilómetros del final, paro a comer un pincho de tortilla y cojer fuerzas para la recta final de este viaje.

Aunque no quede mucho, siempre hay tiempo para un obstáculo más. A la salida de Corcubión hay una subida corta pero intensa hasta el núcleo de O Vilar y tras descender y pasar por las playas de arena blanca de Estorde y de Sardiñeiro de Abaixo de nuevo hay que ascender por una pista de tierra entre eucaliptos. Al bajar se ven ya a lo lejos el pueblo de Fisterra y el cabo con el faro.
Ahora ya solo queda reseguir la larga playa de Langosteira por un paseo junto a las dunas que la bordean y llego por fin a Fisterra.

Desde el pueblo quedan tres kilómetros de carretera hasta el faro que recorro con el corazón desbocado. Ha sido un camino muy largo para llegar hasta aquí. Y finalmente el faro, el Finis Terrae de los romanos, donde se acababa la tierra conocida, el mojón del kilómetro 0,000 y las emociones a flor de piel… Y para rematarlo, igual que a la entrada de la Plaza del Obradoiro también hay aquí hoy un gaitero dando la bienvenida a los que llegan.

Junto al faro encuentro la misma placa de bronce con la inscripción “de Cap de Creus a Cabo Fisterra” que está instalada en el faro de Cap de Creus, a 1.500 km de aquí, con la diferencia que allí el orden está invertido “de Cabo Fisterra a Cap de Creus”. Se puede decir que ya formo parte del club…

Vuelvo al pueblo a instalarme en un hotel y al atardecer regreso al faro, esta vez caminando, a ver la puesta de sol. Una forma de cerrar lo que empezó con una salida del sol en el otro extremo de la península. Pero hay tantas nubes que no se ve el sol así que desisto de esperar la foto perfecta y de vuelta en Fisterra celebro el fin de una larguísima ruta con un fabuloso lubrigante, como aquí denominan al bogavante. Y que no falte una vieira, el símbolo jacobeo por excelencia, ¡Buen Camino y hasta la próxima!

Balance del día: 72,9 km y 1.355 m de desnivel positivo acumulado.
Balance total entre el Cap de Creus y Fisterra: 1.510,2 km y 18.746 m de desnivel positivo acumulado en 20 días.

Puedes obtener el track en Wikiloc aquí y ver el recorrido realizado en esta animación:
Felicitats per la gran travessa i pel relat diari que has anat fent ! Un cop més, objectiu aconseguit.
Moltíssimes gràcies, Xavi!
bravo JR!!! Qué chulo todo.
Gracias, Sonia. Un abrazo!
Felicidades JR!!!! Gracias por compartir tu diario de este Camino con nosotros, super bonito!!!
Gracias Maite por seguirme. Saludos!