Duro inicio de etapa ya que a la salida de Pontedeume se ascienden 150 metros en poco más de un kilómetro. La fuerte subida empieza desde las mismas calles del pueblo y continúa luego por una carretera que lleva hasta una zona de pastos en los que la pendiente al fin se suaviza.

Seguimos mayoritariamente por carreteritas asfaltadas que van uniendo aldeas dispersas, hasta que en una de ellas, Buiña, empieza una pista forestal. El paisaje es más rural que ayer.

Este tramo por el bosque ha resultado ser el más bonito desde que iniciamos este camino. Después las flechas continúan por un sendero que atraviesa el campo de golf de Miño.
Tras el campo de golf cruzamos por un puente la autopista AP9, siempre presente desde que salimos de Ferrol ayer, e iniciamos un tramo de fuerte subida entre eucaliptos. Por él llegamos hasta Viadeiro, una pequeña aldea que cruzamos antes de empezar a descender por una pista asfaltada. En general todo el paisaje de la etapa es precioso.

Durante el descenso pasamos por el puente medieval de Baxoi desde donde nos quedan un par de kilómetros para llegar a Miño, la principal población intermedia de la etapa y donde paramos a desayunar.

En Miño nos rencontramos con el mar ya que el ascenso y posterior descenso nos han permitido cruzar de la ría de Ares a la de Betanzos. Cerca del pueblo pasamos por el punto en el que el Río Lambre desemboca en la ría y un par de kilómetros por carretera asfaltada río arriba nos llevan hasta un puente medieval por el que lo cruzamos.
En la orilla opuesta del río empieza una subida por asfalto hasta la aldea de Lambre-Trasmil en la que nos desviamos 200 metros de la ruta para pasar por la iglesia románica de San Pantaleón das Viñas.

Los últimos kilómetros del día transcurren por carreteritas locales que cruzan minúscula aldeas y entre ellas circulan por bosques que combinan eucaliptos y especies autóctonas. Subiendo y bajando constantemente, como es habitual en la orografía gallega de colinas onduladas.
Un par de kilómetros antes de finalizar la etapa pasamos por la iglesia medieval de San Martiño de Tiobre a cuya sombra paramos un rato a descansar. Como es tradicional en Galicia, las lápidas del cementerio rodean la iglesia.

Ya solo restan un par de kilómetros en bajada para entrar en el núcleo histórico de Betanzos tras cruzar el río Mandeo por A Ponte Vella. Y una vez allí lo primero que hacemos es buscar el minúsculo callejón Travesía do Progreso en el que se agolpan algunos de los locales más afamados en los que degustar la famosa tortilla de Betanzos.

Betanzos tiene uno de los cascos históricos mejor conservados de Galicia y destaca por la abundancia de edificios góticos. No habíamos estado nunca y nos ha encantado.

Y terminamos el día viendo la “Procesión del Santo Encuentro” que tiene lugar cada Jueves Santo por las calles del casco histórico y que pasa precisamente bajo el balcón de nuestro hotel.

Balance del día: 21,9 km y 585 m de desnivel positivo acumulado.
Y aquí el enlace al track en Wikiloc.