Camino Primitivo a pie: día 11, de Melide a O Pedrouzo (28/09/2016)

Salimos temprano porque la etapa prevista es muy larga, 35 km, de hecho la más larga que haremos desde que salimos de Oviedo, aunque no la más dura. Hay mucha gente en el Camino, como sospechábamos, pero no aglomeraciones. En general se nota enormemente los que vienen de lejos y los que están haciendo solo los últimos 100 kilómetros y han empezado en Sarria, por ejemplo. La actitud o la forma de andar son diferentes y, además, hay una norma que se cumple siempre: cuanto más grande es la mochila, de más cerca ha salido el que la lleva. Los que vienen de más lejos son los que van menos cargados.

Avanzamos muy rápido. Al final del día la media de velocidad ha sido de casi 6 km/h. El terreno es comodísimo, pistas o senderos anchos, relativamente lisos, sin pedruscos y con bajadas y subidas generalmente suaves. Comparado con lo que hemos vivido días atrás en el Primitivo para nosotros es casi un paseo.

En una parada probamos la Peregrina, una cerveza artesana que algún emprendedor ha creado en homenaje al Camino. No estaba nada mal.

Acostumbrados a etapas en las que había uno o dos sitios en los que tomar algo en todo el día, aquí hay un bar cada dos por tres. Y en poblaciones grandes como Arzua hay más de diez albergues y todo tipo de servicios para el peregrino. Un Camino muy diferente al Primitivo.

En Salceda llega uno de los platos fuertes del día. Paramos en el bar La Casa Verde donde el techo está cubierto de camisetas firmadas por grupos de peregrinos que han pasado por aquí. También las paredes o las mesas están llenas de dedicatorias escritas. De hecho recuerdo haber parado a desayunar aquí el año pasado cuando hice el Camino en bicicleta con Blanca y haberme fijado en la extraña decoración, lo que no sospechaba entonces es que un año después estaría aquí de nuevo y aún menos que lo haría haciendo un Camino a pie…

Nosotros, ente cervezas y chupitos, escribimos en nuestra propia camiseta que hemos comprado en Arzua. Cada uno escribe su dedicatoria y la colgamos en el techo como recuerdo de este viaje. Si pasáis por La Casa Verde de Salceda, ¡buscadla!

Y por fin llegamos a Pedrouzo, a solo 20 km de Santiago. Una esas localidades llenas de albergues que parecen vivir casi exclusivamente para el Camino. Llevamos más de 300 kilómetros caminados y esta será nuestra última noche juntos. Hoy no habrá pulpo, cenamos unos fabulosos espagueti a la carbonara que nos han preparado Julia y Jesús en el albergue. Nos apetecía algo casero y más íntimo, todos juntos. Como en todos los Caminos que he hecho será una noche rara. Se mezcla la ilusión de llegar a la Plaza del Obradoiro y alcanzar la meta con la tristeza de terminar. Con esa mezcla extraña de sentimientos nos vamos a dormir.

Balance del día: 34,6 km con 441 m de desnivel positivo acumulado.

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